23 May Los cordajes
Continuando con el repaso a la historia y curiosidades del tenis y de la raqueta (último post), hoy intentaremos explicar brevemente la evolución y los diferentes tipos de cordajes existentes en el mercado.
En los últimos posts explicamos que ya en Persia se jugaba a un juego muy parecido al tenis y que no fue hasta el siglo XV, cuando se empezó a utilizar la raqueta. También explicamos, que la disposición del cordaje en aquella época era en diagonal en lugar del actual, donde las cuerdas se reparten de forma horizontal y vertical.
Lo que no pudimos explicar fue que en sus inicios el cordaje estaba elaborado con cuerdas y que no fue hasta 1875 cuando, Pierre Babolat creó el primer cordaje “de tripa”. Estos primeros cordajes se comercializaron con la marca “VS Brand Gul”. Muchos años más tarde, la misma compañía empezó a fabricar las raquetas que siguen llevando el apellido de su fundador.
Tipos de cordaje
La elaboración de este tipo de cordaje, que aún sigue utilizándose, también ha ido evolucionando (actualmente las cuerdas están revestidas), pero no así su origen. El cordaje de tripa se elabora a partir de una parte del intestino de la vaca denominada “membrana serosa” que es muy rica en colágeno lo que le confiere gran elasticidad y resistencia. Su producción se realiza con el secado y posterior tratamiento de sus fibras.
Tripa de vaca
Este tipo de cuerdas es el “Ferrari” de los cordajes. Se caracteriza por mantener mejor que ningún otro, la tensión de la raqueta. Su suavidad permite al jugador, un mayor control de la pelota y es que el que proporciona mayor cantidad de energía en el retorno. Otra de sus ventajas es que minimiza las vibraciones que se producen en la raqueta cuando se impacta a la pelota, lo que contribuye también, a prevenir lesiones.
Es, por tanto, la cuerda más eficiente. Tiene eso sí, un mayor coste de fabricación por lo que está recomendada para jugadores profesionales. Solo su durabilidad puede ayudar a compensar este coste. Su principal inconveniente es la sensibilidad a los cambios climatológicos. Si se moja o humedece…. A la basura.
Aunque la industria ha ido introduciendo otros materiales, como el nylon o el kevlar actualmente los cordajes más utilizados son el multifilamento y el monofilamento.
El primero, tal y como su nombre indica está compuesto por más de un filamento formado por diferentes materiales. Es un tipo de cordaje de gran elasticidad y aunque no tienen mucha durabilidad, es el más parecido a la tripa natural. Es muy recomendable para aquellos jugadores que no utilizan mucho el efecto en su juego. Su inconveniente es que, en ocasiones, con el tiempo, pueden aparecen molestias en el codo del jugador, producto de la vibración de la raqueta.
Por último, el cordaje “monofilamento”, es el de más reciente creación y actualmente el más usado. Como su nombre indica está elaborado a partir de un solo filamento del mismo material.
Es un tipo de cordaje que a pesar de perder algo de tensión en los dos primeros días (casi un kilo), después se estabiliza. Su uso se recomienda para aquellos jugadores que golpean con efecto a la pelota. No suele ser muy elástico así que se recomienda no encordarlos con mucha tensión.
La tensión es otro asunto importante a la hora de decantarse por un cordaje u otro. Ésta se define por kilos y mide la dureza de la tensión. Así, a cuántos más kilos esté encordada una raqueta, mayor será su control, aunque deberemos golpear con más potencia la pelota ya que la raqueta no despedirá tanto. El mismo caso sirve a la inversa; si no tiene mucha tensión, tendremos menor control, pero más potencia.
La dureza de una raqueta suele oscilar de los 21 a los 28 kilos dependiendo del modelo (los fabricantes insertan un adhesivo en el marco de la raqueta con la tensión recomendada para cada modelo). Hay que tener en cuenta que, si la raqueta no cuenta con una tensión mínima, existe un punto por el cual el cordaje produce el efecto contrario y lo que hace es “engullir” a la pelota. Para encontrar nuestro punto óptimo tendremos que……. ir probando.
Encordado de una raqueta
Independientemente del tipo de cordaje, un factor que determina su durabilidad es el grosor del cordaje. Normalmente este va desde los más “frágiles” de 1.1 mm hasta los 1.4 mm. El roce que se produce en las cuerdas al golpear la pelota hace que con el tiempo este se rompa. No pasa nada!!. Es señal que vamos mejorando nuestro nivel. También puede producir la rotura un golpeo en una zona periférica del centro de la raqueta. Así que romper el cordaje forma parte también, de la práctica del juego.
Por último, hay que señalar que la tensión de una raqueta también depende del número de cuerdas que tenga. Cuando por ejemplo oímos la frase “esta raqueta es una 16 x 19”, se refiere a que la raqueta tiene 16 cuerdas verticales y 19 horizontales. Así, si la superficie de la raqueta es “grande” se tendrá que encordarse con más kilos. Esta norma también es aplicable si las cuerdas verticales son más largas de lo habitual, ya que una mayor tensión compensará su longitud. De hecho, suele ser muy habitual encordar un kilo más fuerte las cuerdas verticales que las horizontales.
Esperamos que todas estas recomendaciones os hayan sido útiles, aunque lo más aconsejable, como siempre decimos en el grupo de competición CMC Competition, es dejarse asesorar por profesionales.
Fuerza al tenis!