26 Jul Wimbledon, la meca del tenis
Wimbledon, la meca del tenis
Después de la final de Roland Garros y antes de que se inicie la gira sobre pista rápida de los Estados Unidos, los circuitos ATP y WTA disponen de un corto espacio de tiempo donde se celebran algunos torneos sobre hierba; una superficie hoy en día residual, pero que en los inicios del tenis, era la superficie habitual.
La cortísima temporada sobre hierba tiene su colofón en el torneo de Wimbledon, el torneo más importante y más antiguo del circuito (este año se celebra la 132 edición).
Wimbledon es, sin duda, un torneo especial. En el club donde se celebra, el All England Lawn Tennis and Croquet Club, se mezclan, durante los quince días que dura el tercer Grand Slam de la temporada, la tradición y el glamour.
Así, Wimbledon cuenta con sus propias reglas, algunas de ellas curiosas. Por ejemplo, es el único Grand Slam donde no se juegan partidos el primer domingo del torneo. Otra de sus curiosidades es que no siempre se respeta el ranquing de la ATP ni de la WTA a la hora de nominar los 32 cabezas de serie, o, que el torneo, se juega siempre con las pelotas de la marca Slazenger.
Personalmente, la más llamativa es que todos los jugadores/as han de vestir totalmente de blanco. No sé si esta cuestión es un problema o no para las marcas comerciales.
Jugar en hierba
Finalizado el torneo que ha encumbrado como vencedores al serbio, Novak Djokovic y a la alemana, Angelique Kerber, os queremos explicar cómo es el juego en hierba.
El juego en hierba es totalmente diferente al que se practica en el resto de las superficies. La irregularidad en los botes, obliga a que los jugadores tengan más paciencia y pericia que en tierra batida o pista rápida.
Para empezar la bota no bota tanto, lo que supone una dificultad añadida sobre todo para los jugadores que basan su juego en los golpes liftados desde el fondo de la pista. De este modo, se explica los escasos éxitos cosechados en Wimbledon por los jugadores españoles o sudamericanos a excepción, claro está, de Rafa Nadal ganador dos veces del torneo.
Manolo Santana en 1966, Conchita Martinez, en 1994 y Garbiñe Muguruza en 2017 han sido los otros tenistas españoles ganadores del torneo.
Garbiñe Muguruza, última española en ganar Wimbledon
Para jugar bien en hierba es imprescindible el dominio del efecto cortado. Es el más efectivo ya que la pelota literalmente resbala en la pista lo que dificulta enormemente la devolución de la pelota.
Este efecto es muy efectivo también en el servicio ya que la pelota cuando toca el suelo se desplaza hacia los lados consiguiendo “abrir la pista” y dificultar enormemente el resto del contrincante.
vista aérea del All England Lawn Tennis and Croquet Club
Una maestra de este tipo de servicio fue Martina Navratilova, ganadora en Wimbledon nueve veces! Fue precisamente la española, Conchita Martinez la que impidió en 1994, que venciera por décima vez.
Otra de las características del juego en esta superficie es que los puntos son muy cortos. El saque y la volea son parte fundamental del juego ya que los jugadores huyen de los peloteos largos debido a las irregularidades del bote.
En la actualidad hay pocos torneos que se jueguen en esta superficie. Apenas cinco o seis torneos y un par de torneos Challenger. El coste de mantener este tipo de pistas hace difícilmente rentable organizar torneos en esta superficie.
Queda aún y espero que se mantenga, el romanticismo y la magia del juego en hierba. Juego que nos remonta a los orígenes del tenis cuando éste era más un pasatiempo que un deporte superprofesionalizado.
Fuerza al tenis!!